Según Montesquieu, el poder estatal debe estar distribuido entre diferentes órganos o ramas, cada una con funciones específicas y autonomía propia, para evitar su concentración y garantizar la libertad y los derechos de los ciudadanos.

En el 2026 se realizarán elecciones tanto ejecutivas como legislativas. Será el momento de elegir a las dirigentes más inteligentes y valiosas del país. Líderes limpias de toda mácula que inicien una verdadera revolución democrática en pro de los valores morales, su misión derrumbar el virus de la corrupción que cada día contamina nuestras instituciones. 

Siendo el Congreso donde llega gran número de líderes de todas las regiones, con la posibilidad de generar iniciativas, impulsarlas y aprobarlas, es necesario no equivocarnos. Las mujeres serán nuestra última esperanza.........

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