En este espacio nunca me ha gustado personalizar criterios, pero creo que es de importancia general el tratar de analizar el término pregonado por siglos, que expresa…

“SER RICO ES MALO”.

Desde muy joven he intentado analizarlo y comprenderlo, y tengo grabado conceptos que aprendí de mi padre:

“De la nada… nada sale”.

“Busquemos la igualdad, sí, pero arriba, no abajo”.

“Nada puede dar … quien nada tiene”.

Supongo que la realidad cotidiana nos demuestra la razón lógica de lo acertado de ellos.

Para mí, la riqueza bien empleada es un puntal indiscutible de libertad, desarrollo y bienestar social, así ha quedado demostrado durante milenios de años. Los grandes imperios basaron su poder en grandes recursos económicos que ocasionaron grandes enigmas y descubrimientos, como lo podemos corroborar en los imperios otomano, romano y egipcio, tan sólo por citar algunos.

Presumo que, la mayor libertad de las personas está en poder cubrir financieramente los anhelos de su familia, tener la vivienda que quieran, en alimentarse y vestirse como quieran, tener el auto que se quiera, estudiar y especializarse profesionalmente como quieran, viajar donde se quiera, es decir, realizarse y poder ayudar a quien se quiera.

Me llamó la atención y me indujo a escribir sobre ello la siguiente anécdota, cito.

En febrero de 2024, Ruth Gottesman........

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