El giro reciente de la política chilena hacia la derecha y extrema derecha no es un fenómeno aislado, sino parte de un cambio continental en América Latina. En años recientes, la región ha experimentado el auge de liderazgos conservadores como Milei en Argentina, la retirada de la izquierda en Bolivia y un resurgimiento de fuerzas derechistas. Chile se inserta en este contexto como un caso extremo donde convivencia desigualdad estructural, frustración con las élites y una agenda centrada en seguridad y migración explican el cambio político.

Durante décadas, Chile fue visto como un modelo de estabilidad económica y crecimiento. Sin embargo, las profundas brechas sociales, un sistema de pensiones insuficiente, desigualdad en acceso a salud y educación, y una élite con estilo de vida europeo frente a amplias capas de la población atrapadas en deudas y bajos salarios, minaron la cohesión social. El estallido social de 2019 evidenció la incapacidad del sistema para responder a demandas populares de justicia estructural y equidad.

El proceso........

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