Estrategias para prevenir los accidentes cerebrovasculares
Un accidente cerebrovascular (ACV) es una paralización súbita del flujo sanguíneo hacia una porción del cerebro, y esto induce a que las células cerebrales no reciban adecuados nutrientes y oxígeno. Según la parte dañada y al tiempo de la falta de oxígeno, los efectos pudieran variar desde perjuicios transitorios hasta permanentes discapacidades. Los ACV se catalogan en dos principales tipos: hemorrágico e isquémico. El tipo isquémico, el más común, sucede cuando un estrechamiento de las arterias o un coágulo obstaculiza el flujo sanguíneo hacia el cerebro. El ACV hemorrágico, por su parte, sucede cuando un vaso sanguíneo se rompe, lo que induce sangrado alrededor o dentro del cerebro.
El ACV isquémico pudiera ser producido por un trombo, coágulo de sangre, o una embolia, coágulo que se forma en otra parte del cuerpo y viaja hacia el cerebro. Los elementos de peligro para este tipo de ACV comprenden la diabetes, la hipertensión arterial, el colesterol elevado, el tabaquismo y los antecedentes familiares de enfermedades........
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