El auge pospandemia del crédito privado avivó los temores sobre la laxitud de los criterios de concesión de préstamos y el latigazo que se produciría una vez bajasen los tipos. Algunos colapsos recientes y un renovado entusiasmo han centrado la atención en otros pioneros, y los últimos graznidos en torno al banco en la sombra Blue Owl (búho azul), de 20.000 millones de dólares, no harán más que agitar más los ánimos.

Desde Blackstone hasta Apollo, los prestamistas no bancarios cotizados han sufrido a medida que los aranceles sacudían los mercados y una Reserva Federal más acomodaticia........

© Cinco Días