Sergio Marrero, sobre el arte: “Es un espacio donde casi todo se vuelve posible”
Cuando estábamos conociéndonos y explorando la posibilidad de hacer esta entrevista, Sergio Marrero (La Habana, 1988) me hizo llegar este statement. En él están condensados algunos de los temas que trataremos aquí:
El sentido fundamental de mi trabajo radica en intentar comprender el Sistema Arte desde la construcción de una definición propia, que se adapte a mis experiencias e intereses personales. Busco llevar cualquier conocimiento (práctico o teórico) al plano de la posibilidad creativa dentro del arte, filtrando ese conjunto de elementos cargados de potencial poético y estético a través del acto creativo, transformándolos así en modelos (obras) a través de los cuales el espectador puede reproducir una experiencia equivalente. Esos modelos podrían funcionar como ficciones heurísticas; ficciones que al ser asumidas como verdaderas permiten estructurar sobre ellas un sistema de posibilidades interpretativas en torno al arte. La analogía entre el arte y la ciencia como sistemas de aprehensión de la realidad, nutre mi capacidad para dar inicio a los procesos creativos que forman el cuerpo de mi propuesta y me aportan un gran número de elementos sobre los cuales construyo las obras.
Sergio ha sido profesor de pintura y arte digital en la Academia de San Alejandro. Ha realizado las siguientes muestras personales: Cartas para mañana, 2024 (bipersonal con Reinaldo Cid, Galería Galiano, 15 Bienal de La Habana; Una mariposa entre la niebla, 2023 (Galería La Nave, La Habana); Realidad inducida (Siete historias y ninguna es cierta), 2019 (bipersonal con Leonardo Luis Roque, Galería Galiano, La Habana; Realidad inducida (Aproximación a una estructura política), 2018 (bipersonal con Leonardo Luis Roque, Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, La Habana; Versión de prueba, 2015 (Colectivo Equilibrio Dinámico, incluido dentro del proyecto Con lentes de contacto, 12 Bienal de la Habana, Isa, La Habana; Inventario 143, 2012 (Fundación Ludwig de Cuba, La Habana); Fase Analítica (Etapa #1), 2012 (Proyecto Part Time, incluido dentro de Lo inédito viable, 11 Bienal de la Habana, Isa, La Habana); y Modelaciones de una historia, 2008 (Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro, La Habana).
Además de Cuba, las obras de SM han sido expuestas en México y España.
Vayamos al diálogo.
Podemos comenzar nuestro intercambio intentando fijar algunos conceptos. Me interesan, sobre todo, tus definiciones personales, a las que hayas podido arribar a partir de saberes fijados en el tiempo y tus propias experiencias. ¿Qué es ser artista? ¿Para qué hacer arte? ¿Por cuáles caminos llegaste a reconocerte como tal?
El inicio de este cuestionario es como un disparo al centro del pecho. Durante toda mi carrera esas han sido las cuestiones que me obsesionan (y aquí empleo una palabra que se repetirá a lo largo de la entrevista, con toda intención). Mi obra es un intento algo fallido por descifrar cada uno de estos conceptos. Para mí ha sido algo similar a lo planteado en El libro de arena de Borges, mientras más indago en las particularidades del tema, más incógnitas surgen. Entiendo todas estas definiciones en función de la relatividad del tiempo. Van mutando, se complementan, luego se contradicen, y al final solo me han permitido divisar una nebulosa, que sabes que está ahí, pero que no consigues definir sus bordes. Claramente mi propósito no es alcanzar definiciones desde el plano teórico, aunque teorizar es en cierta medida imprescindible. Lo que busco es definir estos elementos desde el lenguaje y la propia práctica artística. Es decir, generar un tipo de obra que reflexiona sobre ella misma. Una idea muy cercana a la tautología que plantearon los conceptualistas.
¿Qué es el arte?
Se podría decir, vagamente, que el arte es un sistema de aprehensión de la realidad, equivalente en cierto modo a otros sistemas, como la ciencia o la religión. Es un conjunto de estructuras que, al engranarse, ayudan al hombre a entender, asimilar, controlar y construir su realidad. Pero todo esto parece sacado de un manual de pensamiento filosófico editado en el campo socialista. Tiene cierta veracidad y utilidad teórica, pero carece de cualquier tipo de encanto poético, algo que es inherente al arte. Una de las pocas cosas que he conseguido definir es que el arte funciona como una realidad modélica. Es un sitio donde podemos aislar determinados elementos o particularidades de la realidad inmediata para hacerlos funcionar de un modo distinto. Es un espacio donde casi todo se vuelve posible y donde, parafraseando un poco a Lezama, lo posible, al entrar en contacto con lo imposible, engendra un posible en la infinidad.
Creo que fue Roberto Fernández Retamar quien dijo que se nace poeta como se nace jirafa, lo que a las claras habla de cierta fatalidad en el surgimiento de la personalidad artística. Fatalidad en el sentido de algo que va a darse inexorablemente. ¿Qué piensas de este aserto?
Coincido con Retamar. El artista es alguien que inexorablemente nace con una voluntad para habitar esos predios. Obviamente, la condición previa hay que disciplinarla, orientarla, ejercitarla y sacudirla a cada rato para que tome conciencia de sí misma.
¿Te autopercibes como artista? ¿Desde cuándo?
Me percibo como artista desde que tuve la más ingenua conciencia de lo que pudiera ser esta vocación. Nunca me lo propuse, siempre ha sido un don que me ha acompañado. Y hablo de un don no porque creo tener más o menos talento, sino porque tengo una gran sensibilidad para el arte. Con él me conmuevo, disfruto, me desvelo. Y tener la posibilidad de apartarse de la realidad inmediata y disfrutar de ese lugar paralelo, donde la lógica se tuerce y las cosas alcanzan otra dimensión; eso para mí es un don muy valioso.
¿Para qué consumir arte?
Consumir arte, y conmoverse con él, es, ante todo, un lujo. Como lujo al fin, no es algo de primera necesidad, puedes sobrevivir sin arte. Pero no se sobrevive mucho tiempo. Al menos para mí no vale la pena vivir en ese estado de precariedad. El arte te da la posibilidad de plantear estructuras mentales disímiles; de tener experiencias múltiples, de esas experiencias inmersivas donde lo sensorial, lo poético y lo conceptual te envuelven en una sola unidad espacio-temporal.
La academia dota al practicante de herramientas para su expresión. ¿También puede limitar su creatividad?
El dominio de habilidades técnicas debe ser siempre asumido como un mundo de posibilidades. Al fin y al cabo, la sensibilidad, la mirada peculiar del artista o la energía que lleva dentro, deben manifestarse en el mundo donde todos convivimos; así como la ciencia necesita del lenguaje de la matemática para expresar y validar sus teorías. El arte debe ser compartido para que exista, y ahí la técnica viene a cobrar todo su sentido. Esas personas que terminan perdiéndose solamente en el oficio, no son artistas. Y no me refiero a esto de un modo peyorativo. Me refiero a que el arte sucede cuando coinciden una serie de condiciones que pudieran ser: el oficio, la sensibilidad poética y el sentido conceptual, entre otros. Cuando se tiene algo que decir y se tiene el modo adecuado de decirlo, teniendo en cuenta también el lugar y el momento histórico........
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