William Anseume: Culpas y «elecciones»
Acciones comprensibles hay, por parte de unos hacedores de política. Puedo entender los beneficios personales y hasta grupales que pudo traerles el intento de quebrantar la unidad opositora gestada casi, casi, monolíticamente el 28 de julio. Puedo entender los riesgos y las amenazas personalísimas que sobre algunos se cierne y hasta sobre sus familias; especialmente quienes algún tipo de convenimiento oscuro han pretendido archivar sin lograrlo. Quebrar la unidad es parte comprensible del juego que jugamos, que nos juegan, por la libertad. No se precisa para ello invocar algún filósofo perdurable o al propio Bolívar en sus palabras terminales.
Ahora bien, el intento por desmoronar la cada vez más frágil unidad opositora -cuando fragilidad no quiere indicar, como aquí tampoco, quebrantamiento absoluto o quiebre definitivo- no se logró, no llegó finalmente a su cometido, por gigante que parezca el poder establecido que........
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