Quinto centenario de la otra reforma religiosa del siglo XVI
Los reformadores protestantes, comenzando por Martín Lutero, prohijaron descendientes no queridos por ellos. Muy pronto, tras la ruptura con la Iglesia católica, el teólogo alemán vio cómo en el seno de su movimiento surgieron personajes más radicales, quienes propugnaban no solamente por el distanciamiento con el catolicismo, sino que también buscaron ir más allá de los objetivos trazados por el ex monje agustino.
En este mes, el día 21, se cumplen 500 años del inicio de una corriente de la reforma radical, el anabautismo, que se distinguió de la reforma magisterial por su crítica a las iglesias territoriales tanto católicas como protestantes. Los reformadores magisteriales contaban con el apoyo de las autoridades (de los magistrados) de un determinado territorio, por lo que la religión oficial de la jurisdicción excluía cualquier otra confesión y sancionaba con distintas penalidades (incluso la de muerte) a quienes osaran expresar otras creencias.
Es importante detenerse en la explicación del vocablo anabautistas. El término les fue adjudicado desde afuera, ya que practicaban el rebautismo. Las iglesias que bautizaban infantes, al juzgar la práctica de quienes decidieron solamente bautizar a los que previamente se convirtieran al camino de Jesús, consideraron el hecho como un rebautismo, dado que ya tales personas habían........
© La Jornada
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