“Hay tres furtivos jueces en el fondo de todas las conciencias: honor, verdad y justicia”, escribió el novelista francés Honorato de Balzac.

En la tolimense alpujarreña, competente jueza colombiana Sandra Liliana Heredia Arana, ninguno de ellos estuvo oculto, sobrevalorado ni subestimado, durante el desarrollo del público proceso contra el expresidente Uribe resaltando, a lo largo de extenuantes audiencias, también su imparcialidad, la responsabilidad y transparencia, eficiencia y equidad que la caracterizaron en su exigente labor. Tan ecuánime condena que la democracia y la justicia aplauden, desde el más solariego pueblo colombiano hasta distantes naciones foráneas, restaura el sistema judicial y el imaginario colectivo respecto a quién puede ser o no........

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