Esta columna la escribí antes de la carrera del domingo, organizada para promover la salud mental a través del deporte y la participación ciudadana, y espero sinceramente que mis temores no se hagan realidad.

¿Qué pasaría si en el Quindío, decenas de voces pidieran ayuda mental gratuita, sostenida y digna al mismo tiempo?

En Pijao, una historia reciente y dolorosa nos ilustra con claridad lo que está en juego. El viernes 22 de agosto, ese grito silencioso volvió a escucharse: Guillermo Heli García Zapata, un adulto mayor de 76 años, decidió quitarse la vida en su residencia del sector Casuarinas. Vivía solo, mantenía un pequeño taller, y según vecinos, era un hombre reservado, de mirada profunda. Su muerte no fue solo una tragedia personal: fue un llamado que........

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