Tecnología, ¿amiga o enemiga en la salud mental?
Año nuevo, retos nuevos. El 2025 inicia con una realidad ineludible para las empresas, una máxima que ya no pueden ignorar: la salud mental de los colaboradores no es un lujo, es una necesidad inaplazable y, en muchos casos, una deuda histórica pendiente.
La tecnología, con sus promesas de soluciones innovadoras, parece ser la aliada perfecta para enfrentar este desafío. Sin embargo, también podría transformarse en una amenaza. Mal implementada, se convierte en una espada de doble filo: genera dilemas éticos, compromete la privacidad y puede hacer más mal que bien. Entonces, la pregunta es: ¿estamos ante la posibilidad de construir ambientes laborales más saludables o bien, frente a un espejismo que esconde cuantiosos problemas?
La tecnología puede ser la pieza maestra o la más débil del tablero de la salud mental. Aplicaciones que rastrean el sueño, sensores que monitorean el ritmo cardíaco y plataformas de terapia virtual prometen mejorar el bienestar de las personas. Incluso, un smartwatch puede medir pasos y, además, detectar un ritmo cardíaco persistentemente elevado, anticipando un ataque de ansiedad antes de que la persona lo perciba. Sin embargo, ese mismo potencial puede convertirse en un riesgo: como cualquier ventana, también permite que otros miren hacia el interior, ya........
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