Vladimir Putin, Benjamín Netanyahu, Donald Trump: el eje de la maldad
Tres rostros, muy parecidos entre sí, son constantes en los informativos. Aparecen enojados, furiosos, con mentones tensos como si tuviesen urgencia de ir al retrete, con ojillos huidizos y dedos amenazantes, vocecitas poco viriles. Tres rostros que se repiten desde hace lustros cuando las noticias tratan asuntos sobre agresiones contra poblaciones inermes; advertencias de expulsiones masivas: invasiones a territorios ajenos; armas, soldados, muertes, tragedias colectivas.
Son los jinetes de los apocalipsis modernos, trajeados como espías azules, milicianos verdes, lujuriosos rojos.
Son los guerreristas que desde distintos continentes alardean con hacer estallar al mundo en mil pedazos.
Son los negociantes a escalas inimaginables: anexiones de penínsulas y fronteras para construir edificios destinados a burócratas; asentamientos ilegales para expandir colonias asesinando a los propietarios históricos; construcciones de muros millonarios; planes para lujosas mansiones en playas bombardeadas; presupuestos para inmensas oficinas de inteligencia que controlen el pensamiento, la palabra y el movimiento de los seres humanos en su propio país o en otros más lejanos.
Los tres han enfrentado procesos por diferentes acusaciones relacionadas con su comportamiento inadecuado en el........
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