Las ideas tienen consecuencias
El infame atentado contra Miguel Uribe Turbay sacudió el alma de toda Colombia, donde apenas ahora la mayoría de los ciudadanos comienzan a anhelar lo que antes despreciaban. No se trató, como sugirió el presidente, de una manifestación más de la “violencia eterna” de nuestro país. Un crimen de esta naturaleza no se había visto desde el asesinato de Álvaro Gómez en 1995.
Al contrario, el atentado nos indigna porque, aunque la ingratitud y la manipulación de la historia nos lo haga olvidar, Colombia sí ha conocido periodos de estabilidad democrática y progreso material envidiados en el resto del continente. El primero de estos correspondió al gran milagro cafetero de principios del siglo XX, el segundo al proceso pacificador del Frente Nacional, y el tercero, que comenzó a inicios de los años 2000, concluyó el 7 de agosto del año 2022. Desde entonces, solo hemos visto aberrantes........© El Nuevo Siglo Bogotá
