En una época marcada por la polarización, la violencia y la desconfianza institucional, el periodismo independiente es más que un oficio: es una forma de resistencia. El Diario de Chihuahua, con casi cuatro décadas de historia, ha sido testigo —y a menudo protagonista— de los cambios más profundos de la vida pública chihuahuense.

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Fundado en 1985 como extensión de El Diario de Juárez, este medio creció en la capital del estado bajo el liderazgo de Osvaldo Rodríguez Borunda, con la convicción de que una sociedad democrática no puede construirse sin una prensa crítica, plural y libre. Desde entonces, su evolución ha sido constante ya que de una redacción modesta en la Torre del Hotel Presidente (Hoy Congreso del Estado), pasó a convertirse en uno de los medios impresos con mayor circulación e influencia en el norte del país.

Pero más allá de los números o la tecnología —que le ha permitido consolidar su versión digital—, lo que distingue a El Diario de Chihuahua es su vocación y profesionalismo: son 40 años de dar voz a lo que otros callan, poner el dedo en la llaga aun y cuando eso implique incomodar a los poderes fácticos. En su primer año de vida, El Diario de Chihuahua publicó investigaciones sobre irregularidades electorales; hoy sigue abordando temas incómodos como la violencia que se vive en todos los rincones del Estado, los feminicidios y la corrupción política.

Desde su fundación, en 1985, El Diario de Chihuahua ha sido testigo de la transformación política y social de nuestra entidad a lo largo de casi cuatro décadas. Durante este tiempo, ha acompañado en la difusión noticiosa de nueve gobernadores, marcando momentos de estabilidad, alternancia y crisis que el periódico ha documentado con puntualidad —y en muchos casos, con crítica frontal.

La historia comienza con Saúl González Herrera,........

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