En la sana política de desprenderse un momento de la rigidez y de la coyunda de la seriedad y el mutis por el foro, es el deseo y el querer entrar en una especie de desentendimiento de las cosas demasiado serias y trascendentales, para darle paso a lo frecuente, a las de todos los días y de todas las personas de simple condición y de sentido natural. Es bastante lamentable o al menos una muestra fehaciente de nuestro común denominador humano, como lo es la ingratitud, el reproducir los dichos y los apuntes de una brillante época, donde con donosura e ingenio eran graficados los personajes que de algún modo hacia carrera a la manera de seres adversos a la cultura general o cualquier factor incidían en la cotidianidad de la vida. Es curioso pero no........

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