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Pequeños errores

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Reconozco que la tragedia de Vladimir Aguilar Choque, el niño de 17 años asesinado a golpes en el bloqueo de Llallagua (https://acortar.link/U4vhXy), me toca demasiado cerca para poder hacer un análisis desapasionado; neutral, digamos. Está además el hecho de que, con la excepción del diario “Opinión”, aparentemente ningún otro medio masivo registra detalles del suceso.

Pero, la fuerza de los acontecimientos inclina a percibir que, de todas las muertes registradas en estos días, de las grandes pérdidas económicas, del sufrimiento de tantas familias desabastecidas o privadas de alimentos y todo lo demás, el sentimiento y la reacción colectiva frente a la muerte deVladimir ocupa el centro del apresurado repliegue de los bloqueos, planeados para durar semanas y coronar la ofensiva final que le permitiría candidatear otra vez a Morales Ayma. Por encima de los movimientos de fuerzas de seguridad, de pronunciamientos políticos y otros factores, el rechazo social, pese a que no llega a manifestarse más allá de la comunicación, principalmente informal, se impone a los demás.

Cuando Morales, junto a su estado mayor de exministros, parlamentarios y dirigentes sindicales del “Pacto de Unidad” (versión 3.0) planeaban y organizaban los cierres de........

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