Mitos y leyendas sobre el Decreto Supremo 21060
Si a usted le gusta los chismes, la historia económica, el cotilleo intelectual y las fantasías académicas, invito a leer mi artículo y también otros articulistas que hablan sobre el decreto supremo 21060. Archondo, el joven, y Ballivián, la testigo.
Comencemos con un antecedente histórico para los más jóvenes. Antes de que existieran los likes, el Wi-Fi y la inflación del streaming, en Bolivia tuvimos una experiencia un poquitito más intensa: una hiperinflación de más del 8.000% anual. Sí, leyeron bien. Ocho mil. Con tres ceros. No era que los precios subían… ¡se multiplicaban como conejos después de un Red Bull!
Para parar esa locura, en 1985 llegó el Decreto Supremo 21060, algo así como el “botón rojo” de la economía boliviana. Fue el equivalente a aplicar RCP a un país moribundo… con una motosierra. ¿Qué hizo este decreto milagroso y despiadado al mismo tiempo? 1. Tipo de cambio único y libre: Se acabaron los múltiples tipos de cambio y el dólar dejó de jugar al escondite. Si tenías dólares, podías cambiarlos en el mercado sin miedo a ser perseguido como contrabandista. 2. Fin de los subsidios generalizados: Bye bye gasolina subsidiada y alimentos a precio político. 3. Congelamiento de salarios: Porque según el manual, el estómago puede esperar, pero la inflación no. 4. Despido de miles de empleados públicos: Especialmente mineros. La COB lloró, marchó, bloqueó… pero el decreto no tembló. 5. Reducción drástica del déficit fiscal: Se acabó el festival de gasto estatal financiado con la maquinita de billetes. 6. Apertura al libre mercado: Bienvenido el........
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