Avanzar
Andrés Yamit Carrillo Mendoza
¿Qué duele más? Qué me traten mal conscientemente o ¿que yo mismo me equivoque y me haga daño?
Quién más puede hacerse daño es uno mismo. Es uno de los sufrimientos más altos que uno puede tener. Sentirse defraudado de uno mismo. Ver su error y decir ¿por qué lo hice sin necesidad? Qué se me ha perdido, Claudia si tengo todo para ser feliz.
Descubrir la fragilidad y el error nos hace doler el corazón. Sin embargo, cuando las personas empezamos a notar cambios positivos en nuestro caminar, y vemos que los errores disminuyen, nos llenamos de fe y esperanza. Y aunque lleguemos a caer en un pecado, y nos volvamos a sentir mal, hemos empezado a notar un cambio. Ese pecado o esa caída ya no es constante. Se ha ido disminuyendo. Ha habido un ejercicio de fortaleza en el Espíritu y la voluntad.
Para muchos pecado es pecado, caída es caída. Pero si se ve el proceso y la historia y si por ejemplo, nos damos cuenta........
© El Deber
