Si entendiéramos la habitabilidad de una ciudad únicamente desde su dimensión física —infraestructura, funcionalidad, estética— Santa Cruz de la Sierra estaría en serios aprietos. Es evidente que en esos aspectos no estamos en nuestro mejor momento. Sin embargo, la habitabilidad también se construye en el plano humano: en la forma en que nos relacionamos, en el trato cotidiano, en el sentido de pertenencia. Y estos factores, muchas veces, tienen un poder aún más transformador que el concreto y el asfalto.

El programa “La larga noche de los museos”, que tuvo lugar ayer en esta capital, fue un ejemplo elocuente. Durante unas horas, calles normalmente dominadas por el vértigo del tráfico se convirtieron en canales de encuentro ciudadano. Miles de personas coincidieron en esos espacios, se miraron, se reconocieron, y compartieron la experiencia de disfrutar lo........

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