Una nueva y escandalosa evidencia del deterioro de la justicia boliviana ha salido a la luz. Esta vez, la denuncia ha venido desde lo más alto: el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Romer Saucedo, reveló un intento deliberado de “golpe judicial” en contra de la vocal Fanny Coaquira, a través de una estrategia jurídica y política para anular sus credenciales y facilitar la posesión de su suplente, Iván Campero. El autor intelectual, según el propio TSJ, sería el exministro de Justicia, César Siles, en presunta complicidad con la vocal Claudia Castro, el presidente del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, Yvan Córdova, y el juez de Coroico; Marcelo Lea Plaza, que debía ejecutar el plan.

Se trató de una operación quirúrgica y silenciosa, que pretendía suplantar a una magistrada electa mediante una maniobra legal orquestada........

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