Es lamentable decirlo, pero bloquear las carreteras en el país ha pasado a ser parte de la cotidianidad, afectando los derechos fundamentales de la ciudadanía a la libre circulación, el trabajo y la seguridad, que el Estado tiene en poco a la hora de hacerlos prevalecer frente a un reclamo violento, porque, por definición, un bloqueo, conlleva violencia.

Todo bloqueo, por más pacífico que quiera parecer, afrenta al orden establecido al sobrepasar lo que la Constitución Política del Estado garantiza en cuanto a la libre expresión y a protestar pacíficamente, de ahí que el Código Penal prevé sanciones en caso de que un bloqueo ocasione daños comprobables.

Cuando, a falta de argumentos, se opta por bloquear para imponer la razón del más fuerte, las más de las veces por grupos no numerosos armados o en posición beligerante, se afecta a cientos, miles, cientos de miles y........

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