Democracia sitiada por la irresponsabilidad
La ruta democrática, cuya meta es la votación del 17 de agosto, se ha convertido en un verdadero vía crucis que pone en evidencia debilidades, ineptitudes y grietas peligrosas que desnudan la fragilidad de un sistema corroído y maltrecho.
¿Quiénes son los responsables? Primero, los actores políticos, acostumbrados a las chicanas y trampas para interpretar y torcer las leyes según su antojo y conveniencia. Segundo, las autoridades electorales: la actual Sala Plena del Tribunal Supremo Electoral y buena parte de los vocales predecesores, de triste paso por una institución tan importante para la vigencia del Estado Constitucional de Derecho. Lamentablemente, sobran los dedos de una mano para enumerar a los servidores públicos que actuaron con idoneidad, legalidad, transparencia y ética.
En tercer lugar, está la sociedad civil, aletargada o agobiada, da igual; permisiva ante las iniquidades, pasiva frente a las injusticias, vehemente solo en redes sociales e indiferente a la hora de defender y preservar con........
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