Por: GERARDO ALDANA GARCÍA

Cuando la palabra tiene la virtud de hacerse imagen acompasada de música y ritmo, en un matrimonio capaz de parir emociones, el poeta siente que tiene un poema. El narrador, ya sea omnisciente ( que lo sabe todo) o el narrador protagonista (que narra desde su propia experiencia); o tal vez el narrador testigo (que relata hechos que presenció), mientras escribe su cuento o novela, y cuando ha terminado su obra, habiéndose percatado de desarrollar personajes profundos exaltados en una narrativa apoyada en descripciones y diálogos que pueden crear una ilusión de realidad; seguramente dirá: la novela está lista: o, qué cuento, cómo me gusta. En realidad, los escritores, desde su excepcional condición de creadores, regalan con su obra al lector, las historias que fueron de otros, que son suyas, que son de todo el mundo, y que tienen la virtud de permear la sensibilidad en quien, entusiasta o dubitativamente, posa su mirada sobre títulos o carátulas que, de entrada, excitan la avidez por un nuevo descubrir.

De imágenes, música, historias y relatos breves ha estado felizmente colmada la programación de la feria internacional Filvorágine que, durante cuatro días consecutivos en la ciudad de........

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