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Duaba y el honor de un desembarco

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31.03.2025

Con la llegada a las costas cubanas de la expedición de Flor Crombet y Antonio Maceo hace 130 años, se dio el impulso requerido a la guerra necesaria organizada por nuestro Héroe Nacional José Martí

De nuevo el sonido del clarín vibró en la manigua redentora de Cuba, como un nuevo llamado al Ejército Libertador y sus cargas ¡Al machete! Se reiniciaba la Guerra de Independencia el 24 de febrero de 1895, pero aún no se encontraban en el país los principales jefes para comandar la nueva gesta. Las tropas levantadas en armas estaban diseminadas fundamentalmente en algunas regiones de Oriente en espera de mayores acciones.

En la madrugada del 1° de abril, a bordo de la goleta Honor, después de una arriesgada navegación, arriban por la desembocadura del río Duaba, en Baracoa, el Mayor General Antonio Maceo Grajales y los también generales, su hermano José y Flor Crombet Tejera −los tres, curtidos con elevados méritos en las pasadas guerras−, junto a otros 20 patriotas. Al Generalísimo , la figura militar principal como General en Jefe, le seguía Maceo como el lugarteniente, presencias muy necesarias en los terrenos de combate. A los primeros expedicionarios de la nueva etapa, les acompañaba un escaso armamento: 11 fusiles con 75 cartuchos cada uno, 23 revólveres y 15 machetes, pero les sobraba disposición y coraje. Era la realización del firme compromiso contraído por Maceo 17 años atrás de continuar la lucha por la definitiva independencia con la inclaudicable Protesta de Baraguá.

Antonio Maceo y Flor Crombet, recibieron orientaciones de José Martí para organizar la expedición que arribó por Duaba. El primero sería el jefe en tierra, y el segundo en el mar. / Archivo de BOHEMIA

Antesala de la expedición

José Martí, mediante un incansable proceso organizativo, desde su posición como Delegado del Partido Revolucionario Cubano (PRC) y comprometido con el destino de su país, había convocado a los patriotas, tanto emigrados como permanentes en el país, a sumarse a la contienda. En un inicio debían llegar a Cuba tres expediciones, trayendo a bordo los principales jefes, además de los pertrechos de guerra. Era el Plan Fernandina, nombrada de esa manera por el puerto de donde debía salir ubicado en Florida. A partir de una serie de indiscreciones, fueron confiscados los buques e incautadas las armas por las autoridades estadounidenses el 10 de enero de 1895. Para la expedición donde vendría Maceo, entre otros, se contaba con pocos fondos después del fracaso. El Apóstol no se amedrentó por el revés. “Yo no miro lo que se ha deshecho, sino a lo que hay que hacer”, le expresó en una carta a Máximo Gómez.

El Titán de Bronce, desde........

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