¿Quién fue el hombre de Duaba?
Solo necesitó el joven de Santiago de Cuba, Antonio Maceo Grajales, 20 días para asumir, en la guerra organizada por Martí, el mando del Ejército Libertador en todo el territorio de Oriente
Los principales avatares del desembarco del héroe de la Protesta de Baraguá, el 1° de abril de 1895, por un punto estratégico de la zona oriental de Duaba, con un grupo de mambises armados, en general se conoce bastante por los estudios secundario y preuniversitario.
Se sabe su trayectoria dentro del movimiento de liberación nacional cubano y que de simple miembro de fila el 12 de octubre de 1868 en que se alzó en armas, culminó su vida combativa como Mayor General y Lugarteniente General del Ejército Libertador de Cuba, cuando cayó en combate en Punta Brava, a las puertas de La Habana, el 7 de diciembre de 1896, junto al capitán Panchito Gómez Toro, su ayudante e hijo de su amigo y jefe el Generalísimo Máximo Gómez.
Mas, ahora no vamos a referirnos al Titán de Bronce y a su desembarco por Duaba. Hablaremos de algo menos conocido, es decir, a la formación cultural del Titán de Bronce y, particularmente, a la hondura de su pensamiento patriótico, ético, moral, humano y revolucionario.
No se puede omitir a Maceo
Ante alguien que abogaba o exhortaba a que Cuba fuera anexada a Estados Unidos, el Titán de Bronce afirmó: “Ese sería el único caso en que tal vez estaría yo al lado de los españoles”.Sin Maceo no se puede escribir con veracidad la historia patriótica y rebelde del siglo XIX cubano y, si se hace, quedaría incompleta, porque él brilló entre los más espectaculares jefes y oficiales mambises.
A Martí le impresionó mucho un rasgo de la personalidad de este santiaguero, al punto de que en una carta le dijo que él era “superior al mundo”.
Semejante calificativo de nuestro Apóstol nos hace recordar cómo una persona un día nos dijo que Maceo no era “una figura continental”. Se lo contamos al capacitado historiador Eduardo Torres-Cuevas y quedó asombrado de la absurda expresión de la persona a la que, por razón de ética, no identificamos. El propio estudioso, en cambio, lo definió así: “La lucha contra la esclavitud llevó al cubano a amar la dignidad plena del hombre, no referida a unos cuantos, o a una parte de la población, sino a todos sin excepción. Y precisamente este valor universal está en Maceo. Se convirtió en la semblanza........
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