El 20 de julio de 2025, fecha patria y símbolo de unidad nacional, en el Senado de la República fue testigo de una escena lamentable que trascendió los límites de la política: gritos, pancartas y atropellos verbales. Lo que debía ser una jornada solemne se convirtió en una vitrina de irrespeto y polarización. Mientras unos celebraban, otros abucheaban, sin medir el daño que estas actitudes infligen a la dignidad del país. No fue solo una reacción desbordada: fue una muestra dolorosa de lo que se ha convertido en costumbre, un ritual de descalificación que degrada el valor del debate democrático propiciado por quien hoy desgobierna el país.

Los episodios de intolerancia registrados son reflejo de una........

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