Los efectos del error humano en la salud del planeta, por Irene Torres
Tal como se vaticinaba desde el siglo XIX, el planeta está sufriendo un incremento dramático de la temperatura global; los últimos 10 años han sido los más calientes registrados en la historia. Pero, el término «calentamiento global» de uso corriente hasta los años 90, y que implicaba la responsabilidad de los gases de efecto invernadero en el incremento de la temperatura superficial terrestre, ya no forma parte de nuestro vocabulario corriente.
Al inicio del milenio, fue reemplazado hábilmente por el eufemismo de «cambio climático» por impulso del gobierno de George W. Bush. El presidente no podía permitirse el lujo de inculpar al sector privado, y especialmente al lucrativo negocio de los hidrocarburos, al cual debía la victoria electoral y ganancias como accionista, de ser el responsable de la destrucción del planeta.
Una vez relegada la noción de que la tierra se estaba calentando progresivamente debido al uso extensivo e intensivo de combustibles fósiles como fuente de energía industrial y de transporte, se allanó el camino para incluso negar que esto era posible. De manera derivada, un grueso de políticos en países poderosos ha llegado a ir más allá de la refutación de que los patrones climáticos se han transformado por la acción humana. Han llegado a satanizar soluciones que podrían ser efectivas y viables, como la energía solar y eólica. En consecuencia, se está volviendo imposible alcanzar la meta del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a por debajo de los dos grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
El «cambio climático» es un concepto ambiguo que lo dice todo........
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