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Salinas Pliego y los límites de la libertad de expresión

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12.07.2025

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-La libertad de expresión permite disentir, denunciar, cuestionar y construir. Pero no es un derecho absoluto. Tiene límites precisos. Termina donde comienza la dignidad y el honor de las personas. Las recientes declaraciones del empresario Ricardo Salinas Pliego en su cuenta de X cruzan claramente esa línea. Sus ataques contra Sabina Berman, Vanesa Romero y Denise Dresser no son simples opiniones fuertes. Son agresiones directas. Actos que buscan denigrar, silenciar y reducir al otro. Veamos.

Primero. La libertad de expresión está reconocida por diversos instrumentos internacionales y por la Constitución. Permite señalar abusos, discutir ideas y construir consensos. Pero la ley y la doctrina aclaran que la libertad de expresión tiene un núcleo duro: la emisión de un mensaje que aporta al debate público. Puede ser un mensaje crítico, de apoyo, de disenso o de denuncia. Lo esencial es que transmita una idea, una posición, un argumento. Cuando la expresión se vacía de contenido y se convierte únicamente en insulto, deja de estar en ese núcleo esencial. Se convierte en violencia simbólica. No informa, no educa, no enriquece. Solo degrada. Hay consenso internacional el alcance de esa libertad y el insulto no es parte de un discurso protegido por la ley. La Suprema Corte de Justicia de la Nación precisa que la Constitución “no reconoce un derecho al insulto o a la injuria gratuita” (Amparo Directo 28/2010 y muchos más). El Tribunal........

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