Curiosamente, la ‘auto’ estima tiene mucho que ver con el otro. Para bien o para mal somos seres vinculares. Y acá va un mensaje muy importante: “Si tú maltratas a alguien, no te va a odiar a ti, se va a odiar a sí mismo”.

Es algo triste, pero cierto. Ocurre entre jefes y empleados, entre esposos y esposas, y sobre todo entre padres e hijos. Si una madre o un padre maltrata a un niño, este no va a odiar al adulto, se va a odiar a sí mismo.

Para el niño tú eres su mundo, depende de ti; pero, además, te ama........

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