Tormenta perfecta sobre Berlín: crisis interna y aranceles
La polémica aplicación de aranceles —una montaña rusa de política comercial, subidas, bajadas, oscuras o no tan oscuras intenciones— por parte de la administración Trump, seguirá dando desagradables sorpresas.
La Unión Europea negociará, quién lo duda. Pero habrá que seguir de cerca la negociación que creo más compleja: la que tendrá lugar con Alemania.
La situación interna de ese país era ya de franca crisis, como describimos hace varias semanas, en casi todos los ámbitos de la economía y la política. Pero esta tendrá derivaciones difíciles de prever. Alemania es un exportador decisivo para la Unión Europea y, después de esta, Estados Unidos es su principal cliente.
Estamos hablando de la locomotora económica de Europa, a la que tributa más del 60 % de sus exportaciones totales, mientras que con Estados Unidos el intercambio representó en 2024 exportaciones de aproximadamente 175 mil millones de dólares.
Los nuevos aranceles suponen un 25 % sobre las importaciones de acero y aluminio, y en la Unión Europea el principal afectado será Alemania, un importante exportador de acero a Estados Unidos.
Los fabricantes de automóviles alemanes también se verían perjudicados por cualquier arancel contra México, ya que muchos fabricantes tienen importantes operaciones de producción allí.
Nos dice el banco español Santander: “Alemania es una economía orientada a la exportación, con un comercio que representa alrededor del 83 % de su PIB según el Banco Mundial, y el país es a la vez el tercer mayor importador y exportador del mundo. Alemania es, con diferencia, el mayor exportador mundial de automóviles. Alemania sigue siendo el principal socio comercial de los países de la UE: en 2023 fue el primer destino de las exportaciones de mercancías de 15 de los otros 27 Estados miembros”.
Es decir, lo que suceda en Alemania impactará en toda la economía europea.
Recordemos que el 23 de febrero Alemania celebró elecciones federales que estremecieron una estabilidad más aparente que real.
La coalición “semáforo”, denominada de esa manera por el color de los partidos integrantes, vivía una crisis que obligó a recurrir, fuera de programa, a las urnas. Y sucedió lo previsible.
El triunvirato que formaban el Partido Social Demócrata, Los Verdes y el Frente Democrático Libre fue barrido por la Unión Demócrata........© OnCuba
