La JEP burló a la nación y violentó el Estatuto de Roma
La democracia no es perfecta, es perfectible, y, a pesar de sus debilidades, es la mejor expresión posible de libertad, igualdad, orden y justicia. Su vigencia se legitima, con la voluntad y el querer mayoritario de los ciudadanos en favor de un Estado que sea respetuoso de los derechos fundamentales a la crítica, el disenso, la oposición constructiva y civilizada, y la movilización pacífica.
El mayor deber de un Estado, es proteger la vida y la libertad de sus ciudadanos, debiendo reprimir con rigor y fortaleza, a los grupos criminales que intentan cercenarlas, e imponer la anarquía y el caos.
Secuestrar ciudadanos con fines extorsivos y someterlos a torturas y tratos crueles y degradantes, no merece perdón ni olvido. Quienes atentan contra la vida y la libertad, conspiran contra la sociedad y deben ser legalmente reducidos y justamente procesados por autoridad de la ley.
Proteger la democracia y el Estado de Derecho, es responsabilidad de la sociedad y no solo, del Estado, de ahí la necesidad que la nación entera manifieste su rechazo y repudio a la sentencia proferida contra las Narco-Farc por la JEP, la que, como está probado, es un sistema de justicia espuria para la impunidad.
Colombia no debe olvidar las masacres de las Narco-Farc con cilindros bombas; los pueblos arrasados; los ajusticiamientos públicos; el boleteo extorsivo; los aviones secuestrados; los falsos retenes; las pescas milagrosas; los miles de policías y soldados asesinados o mutilados; los centenares de huérfanos y viudas; los secuestros de La María y del Kilómetro 18; la voladura del........
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