Delitos y faltas: sobre la autobiografía de Woody Allen
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Woody Allen
A propósito de nada
Traducción de Eduardo Hojman
Madrid, Alianza Editorial, 2020, 440 pp.
A propósito de nada, las memorias de Woody Allen (Nueva York, 1935), era un libro polémico antes de que nadie lo leyera. La división estadounidense de Hachette renunció a publicarlo tras las presiones de Ronan Farrow, hijo de Allen, periodista destacado en el Me Too y esforzado denunciante de su padre, y de empleados de la editorial. Otra casa, Arcade Publishing, lo ha publicado en inglés; en castellano lo ha sacado Alianza.
Allen es uno de los directores más importantes de las últimas décadas, una influencia decisiva en el humor y la narrativa audiovisual, uno de los autores indiscutibles que quedan en el cine. Y, en cierto sentido, es ante todo un escritor: lo muestran los guiones de sus películas, sus piezas teatrales y sus relatos.
Sus virtudes más reconocibles están en las memorias, especialmente en la primera parte, lo más disfrutable del libro: el ingenio y el ritmo del chiste (una forma casi poética que incluye el contraste, la expresión yiddish, la alusión macabra y el humor sobre sí mismo), una capacidad de evocación que combina la parodia y la nostalgia, el costumbrismo expresionista con el anhelo de huir de la realidad hacia mundos idealizados. De su madre dice: “Cuando años más tarde dije que se parecía a Groucho Marx, la gente pensaba que bromeaba. En sus últimos años, tuvo demencia y murió a los 96. Nunca perdió su capacidad de quejarse, que había elevado a una forma de arte.” Su padre era más despreocupado (“Eres demasiado estúpido como para que te preocupe algo”, decía la madre); Allen lo presenta aficionado a disparar, a la pequeña delincuencia y a los grandes planes que siempre acababan saliendo mal. La escuela y el mundo académico le generan un rechazo inmediato; le fascina Manhattan (huye de su barrio, Brooklyn: parte de las imágenes más famosas de su cine responderían a una mitificación casi infantil): “Crecí escapando al Manhattan de mis películas.” Le gusta hacer trucos de magia, los deportes, las historias de gángsters y una cantidad difícilmente cuantificable de compañeras de clase y del barrio. (“Me gustaban las chicas. ¿Qué tenía que gustarme? ¿La tabla de........
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