Columna de Óscar Guillermo Garretón: Cuatro familias en dos casas
Nuestra política, me dijo un amigo, habita en dos grandes casas, donde en cada una viven dos familias que no se soportan, pero son prisioneras entre sí. Viven compitiendo más que colaborando. Se critican sin descanso, se tachan de “cobardes” o de “ultras”. La elección presidencial les importa menos que los cupos parlamentarios que cada uno obtendría, especialmente en comparación con la otra familia bajo su mismo techo.
¿La razón? Alguien dictaminó en otra vida –post Concertación- que solo existía una izquierda. ¿Y derecha? Hubo una hasta que apareció otra a abominar de su unidad y a arrebatarle electorado aun a costa de perder elecciones. Así las cosas, viven capturadas en una lógica que las obliga a convivir como si fueran una, cuando son dos o más y........
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