Congreso y Dina: incubando la Asamblea Constituyente y a Castillo, por René Gastelumendi
Al Perú lo asustan muchos cucos, pero, de todas esas amenazas, hay dos que son recurrentes por la magnitud que tendrían sus consecuencias si es que acaso llegara el día en que se materialicen. La primera es un gran terremoto en Lima, su capital, del cual, aunque inexorable y de espanto, no me voy a ocupar esta vez. Sí propongo reflexionar sobre la segunda amenaza, que es otro tipo de terremoto, no tan inexorable, pero que a muchos nos despierta un temor que se puede equiparar: una asamblea constituyente.
Ya se siente, ya se escuchan otra vez esos pedidos, esas promesas grandilocuentes que, conforme se acerque el 2026, retumbarán bastante más en nuestros oídos. Claro está que la derecha tiene lo suyo y mucho, no obstante, en esta amenaza concreta, la de una “nueva constitución” a la prepo, como se dice, poniendo la carreta delante de los caballos, la voz del populismo y de la demagogia se escuchará desde la izquierda disfrazada de “revolución”. En el proceso electoral pasado, además de la postulación de Keiko Fujimori, fue la pandemia y su pésima gestión, que nos confrontó de golpe con nuestro paupérrimo sistema de salud pública y visibilizó las diferencias, aquello que llevó a un candidato como Castillo al poder como el desahogo social, la protesta furibunda del Perú más postergado, ese que “no sabe votar”. Pues los dados se tirarán de nuevo.
En este proceso que se viene, que está a la vuelta........
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