Furanchos para probar el vino
En el mundo antiguo era necesario recurrir con frecuencia a la botánica como recurso semiótico. La señalización vegetal devenía en práctica obligada, tanto funcional como simbólica, y así se empleaba para señalar los locales de venta de bebidas fermentadas, primordialmente de vino, pero no faltaba tampoco en los de sidra.
Desde una época muy remota, los puntos de venta de vino en las bodegas, tabernas y furanchos, se señalizaban por medio de un “ramo”. Ahora bien, en ocasiones se empleaba otro sistema de señalización, como la inscripción en un rótulo de madera -por lo general, en una época más actual-, o incluso había quien se valía de una simple sábana puesta en la puerta, como pudo constatar, en Betanzos, una informante, que añadía, en son de chanza, que su abuela decía que se usaba este procedimiento: “para que las mujeres no vieran a sus hombres borrachos”.
El sistema que predominó durante muchos siglos para........© La Región
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