Rutas hacia la sumisión: el camino hacia los intereses de China en Sudamérica, por Leonardo Coutinho
En teoría, se trata de obras de infraestructura para impulsar la integración sudamericana. En la práctica, Brasil y sus vecinos están abriendo caminos para facilitarle la vida a China. No es por generosidad, es por desaparición estratégica. Detrás del discurso tecnocrático de la “integración regional” y la retórica optimista de un “futuro sudamericano interconectado”, lo que se está diseñando son rutas de dependencia.
Obras internacionales, justificadas como fundamentales para el desarrollo de Sudamérica, se están realizando o diseñando con un objetivo cada vez más evidente: posibilitar la extracción y exportación de materias primas para satisfacer la demanda china.
Lo más insólito es que estos proyectos multimillonarios son financiados por estados latinoamericanos con el objetivo de abrir corredores logísticos entre el Atlántico y el Pacífico.
Todo esto suena bien en los discursos y publicaciones en las redes sociales de los presidentes involucrados. Pero quienes miran con atención ven algo más: rutas para acelerar el flujo de materias primas para satisfacer la demanda del gigante asiático. No se trata de integración regional. Es la más pura logística colonial.
En la geopolítica de la infraestructura, la mayoría de los proyectos de inversión giran en torno a corredores bioceánicos, ferrocarriles, vías navegables y puertos con vistas a la costa del Pacífico.
La justificación oficial es fortalecer los lazos comerciales intrarregionales y reducir la dependencia logística del Canal de Panamá. Pero la realidad es otra. China, que ya controla u opera decenas de puertos en América Latina, necesita nuevas rutas para garantizar el flujo estable de minerales, granos........
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