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La nacionalidad como derecho fundamental, por Ángel Alberto Bellorin

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05.11.2025

«Los hombres de luces y honrados son los que debieran fijar la opinión pública «

Este pensamiento lo expresó en forma escrita el libertador Simón Bolivar en su correspondencia al general Francisco Carabaño de fecha 8 de octubre de 1828, considero muy pertinente para iniciar el tema que aquí traigo a consideración.

La esencia fundamental de esta máxima verdaderamente bolivariana cobra vigencia extrema en esta época de redes, que para bien o para mal nos llegó con la invasión de necios al escenario público tal como nos alertó Umberto Eco.

Si bien es cierto que la libertad de expresión es un derecho constitucional previsto en el Artículo 57, no es menos cierto que cuando esa expresión es hecha pública, por alguien que por su condición o cargo va a influir en la opinión pública, su libertad de expresión, además de generar responsabilidad, debe también restringirse a la veracidad que ordena el artículo 58.

Ambos artículos vinculados en su esencia como derechos, deben ser considerados como las dos caras de una misma moneda. Veamos ( Cito)

Artículo 57. Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura. QUIEN HAGA USO DE ESTE DERECHO asume plena responsabilidad por todo lo expresado… «

Artículo 58. La comunicación es libre y plural y comporta los deberes y responsabilidades que indique la ley. Toda persona tiene derecho a la información oportuna, VERAZ E IMPARCIAL, sin censura, de acuerdo con los principios de esta Constitución.»

DE RENUNCIA TÁCITA Y OTRAS FALACIAS

El verdadero problema ocurre cuando es evidente que en una situación de crisis como la que se observa en Venezuela en este primer día del mes de noviembre del 2025, las mentiras y engaños hacen metástasis en una inmensa cantidad de ciudadanos atados a sus fuentes informativas y negadas a razonar en forma acertada.

Las redes nos bombardean de información repetidas y ahora medidas como «tendencias» por una gran parte de la población siempre dispuesta a repetir consignas reñidas con la veracidad.

Son muchísimas las personas que están a la espera de líneas discursivas provenientes de personas publicas de su preferencia para influir en su perspectiva y multiplicar el engaño en un ciclo vicioso cada vez más grotesco.

Una de esa línea discursiva falaz........

© La Patilla