El bostezo
Uno bosteza una vez, tal vez dos veces y dice que tiene hambre. Tal vez apetito, pero hambre-hambre…hummm. Recuerdo que un chef bosnio (él en sus iras tiraba comida intacta a la basura) me contó que alguna vez sintió hambre-hambre en la guerra de los Balcanes, conflicto del que huyó a mediados de los noventa. Y la sintió porque el hambre no “se tiene”, se siente. Se siente como un animal adentro, voraz. Son como arañazos de un gran roedor que escarba y mordisca. Así, más o menos me lo dijo en su inglés pasable y así lo entendí con el mío, reprochable. La señora hambre así sin más, te come. Y también supe que de tanto sentirla se olvida. Entras en un sopor que alivia y si tienes ojos para mirar a otra persona en iguales condiciones, no necesitas espejo para saber que estás en esa etapa gemelar de quienes tocan el trasportón del viaje final.
Este texto, con algunos retoques –siempre nos estamos corrigiendo– apareció en la........





















Toi Staff
Gideon Levy
Tarik Cyril Amar
Stefano Lusa
Mort Laitner
Robert Sarner
Andrew Silow-Carroll
Constantin Von Hoffmeister
Ellen Ginsberg Simon
Mark Travers Ph.d