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Qué vergüenza, qué impotencia, qué rabia y qué pena

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El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. / efe

Me acabo de enterar en la ciudad mexicana de Puebla de que el Tribunal Supremo de mi país ha condenado al Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, a dos años de inhabilitación y a pagar al pobrecito Alberto González Amador una cantidad de dinero para compensarle de los daños morales que ha sufrido por una filtración que no hizo. Esto sí que es un fallo. Imagino que el litigante ya no pensará exiliarse de este país a cuya Hacienda había robado pues ahora le van a pagar un dinerito gratis y que habrá desterrado la idea del suicidio, idea que no le hubiera resultado muy difícil llevar a cabo disponiendo de un bonito ático.

La sentencia me ha desconcertado. O filtró o no filtró la noticia. Si la filtró, la sentencia es ridícula; si no la filtró, es injusta. Porque da la impresión por la sentencia de que lo hizo a medias. ¿Para qué se celebró el juicio entonces? Podrían habérselo ahorrado. ¿Para qué sirvió la declaración de los testigos? Podrían no haber declarado. Veremos lo que dice la sentencia. Tendrán que hacer juegos malabares para justificar la condena. Porque nadie ha visto una sola prueba. Ni media prueba.

Aunque en el juicio no ha quedado probada la culpabilidad del Fiscal, el señor Feijóo va más lejos al afirmar que fue el Presidente del gobierno quien le dio instrucciones al Fiscal para que llevase a cabo la filtración. ¿Qué pruebas tiene para poder decirlo? Ninguna. Pero que esté tranquilo, que si se presenta una denuncia ante el Supremo, en el juicio que se celebre le darán la razón y condenarán al Presidente. Lo que tiene el señor Feijóo no son pruebas sino un motivo, que es pedir la convocatoria de elecciones. Qué manía con las elecciones desde el día que se formó gobierno y empezaron a decir que era ilegítimo. Un gobierno, como dice el portavoz del PP Miguel Tellado, que nunca debería haberse constituido y que pronto estará enterrado en una fosa. Qué pasión por las elecciones. Hoy conmemoramos el cincuenta aniversario de la muerte del dictador que nos tuvo cuarenta años sin comicios. A estos demócratas del PP y de Vox jamás se les ocurrió ni mencionarlas en tan........

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