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Astillero

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18.12.2025

Con el fantasma de los expedientes Epstein tras de sí, la reducción de su popularidad y las complicaciones económicas internas, Donald Trump emitió ayer un mensaje a la nación estadunidense de autosatisfacción personal, sin referirse al elefante bélico en la sala, el relacionado con el emplazamiento militar contra Venezuela en busca de derrocar el gobierno de Nicolás Maduro.

Nada adelantó o precisó ante las fuertes especulaciones que auguraban la televisada declaratoria de guerra contra el país sudamericano (horas antes de la comparecencia de Trump, el comentarista conservador Tucker Carlson se arriesgó a publicar en redes que un legislador le había informado de la inminencia de tal declaratoria, lo que fue reproducido mundialmente).

Los emplazamientos armados contra Venezuela, sin embargo, continúan, al igual que el anuncio de que se impedirá el movimiento de embarcaciones petroleras consideradas negativamente por Washington. Trump mantiene la filibustera postura de considerar que el petróleo venezolano, la tierra y los recursos de Venezuela son suyos y que militarmente va por........

© La Jornada