Ítaca y el arte de enseñar
Por años he sacado del bolsillo el mismo papel envejecido, con los pliegues marcados de tanto desdoblarlo antes de iniciar mis clases.
En él está escrito un poema: Ítaca, de Constantino Cavafis. Algunas veces lo leo en voz alta al comenzar el semestre. Los estudiantes escuchan, y al final les pregunto qué relación encuentran con el proceso que apenas inician. Las respuestas son diversas, inesperadas, y siempre me sorprenden. Otras veces, en cambio, me guardo la lectura para mí, como un recordatorio íntimo del profundo vínculo que encuentro entre el acto de enseñar y el viaje de Ulises hacia su Ítaca.
Porque enseñar es una travesía. ¿Y qué es una travesía? No es solo recorrer un espacio, sino........
© La Crónica del Quindío
