Hablando con un amigo, me preguntó si mi posición frente a la situación migratoria en América había cambiado, especialmente a la luz de lo que ocurre hoy en México. Y a ver, siempre he sostenido que Estados Unidos de América es, en esencia, un país de migrantes. Pero lo que estamos presenciando ahora es la entrada en la segunda fase del plan migratorio continental: aquella que exige fortalecer los canales de migración legal, no como concesión humanitaria, sino como arquitectura estratégica.

Estos canales no solo ordenan el tránsito humano: permiten al Estado receptor seleccionar, integrar y proteger. Son mecanismos de defensa institucional que previenen colapsos en los sistemas públicos y el desgaste de los protocolos humanitarios. La migración legal, con antecedentes verificados y perfiles compatibles........

© La Crónica del Quindío