En el discurso Un paseo por la imaginación del lector, pronunciado en el Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura del Chaco hace algunos años, la escritora argentina Samanta Schweblin recordaba una idea que, aunque pareciera evidente, suele pasarse por alto en el ejercicio práctico de la creación literaria: «La literatura “sucede”. Una novela, un cuento, adentro de un libro cerrado, es un texto muerto, ideas más o menos extraordinarias que no “le pasan” a nadie.

La literatura “sucede” durante la lectura, y estoy convencida de que es algo que sucede de a dos. Está el que escribe, y está el que lee, si alguno de los dos está ausente, no hay literatura». En ese mismo sentido, el mexicano Juan Villoro advierte que «un libro cerrado no........

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