Romper el silencio
A veces se me despierta un tic en el ojo izquierdo. Una vibración diminuta pero insistente, como si alguien me estuviera susurrando catalán en código morse.
El café, que normalmente alivia mis achaques y me ayuda a soportar la vida, no me lo quita. Noto que el espasmo tiene su génesis en la revisión de titulares en redes sociales. Alguien, por enésima vez —en esta ocasión es el segundo exesposo de una actriz que participó en su infancia como extra en un episodio de Karina y Timoteo—, “rompió el silencio”, y habló de la muerte de su minipig, Juan Antonio.
Romper el silencio. Qué frase tan obscenamente manoseada. Qué expresión tan innecesariamente grandilocuente para describir lo que realmente ocurrió: una persona dijo algo.........
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