A la mítica Ouija mucha gente le teme como si hubiera salido de un sótano embrujado o del mismísimo inframundo, pero realmente su historia arranca en un escritorio en Baltimore. Elijah Bond un abogado y empresario con nombre de halfing agente secreto, patentó el tablero en 1891.

Su cuñada, una señora llamada Helen Peters (que decía tener habilidades de médium), le ayudó a refinar el invento antes de hacerlo. Charles Kennard, un empresario con visión que entendía el auge de estos temas, especialmente en Estados Unidos y Europa., reunió a un grupo de inversores para fundar la Kennard Novelty Company y comercializar tablero junto a él. El viejo Elijah y don Charlie querían aprovechar que el espiritismo estaba de moda.

Una leyenda cuenta que fue el mismo objeto el que reveló cómo debía llamarse durante una sesión espiritista entre la señora Peters y el señor Bond, y que cuando le preguntaron al fantasma o demonio qué significaba Ouija, les dijo que “buena suerte”, pero la explicación verosímil es menos espectacular: oui y ja, “sí” en francés y........

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