Atención: el ChocoRamo está a punto de llegar a los $3000
El primer amor no siempre es una persona. A veces es un rectángulo cubierto de chocolate.
Yo conocí al ChocoRamo a edad pueril, como quien descubre a su primer amor dentro de una lonchera. Color naranja brillante. Aroma irresistible. Una anatomía perfectamente rectangular que parecía diseñada por un arquitecto gastronómico un poquito recochero. Cada encuentro era un ritual casi erótico. Cuando, por necesidad de niño gordo, traicionaba a mi Choco con un Ponky’s, Submarino o Gansito, me sentía sucio. Yo no lo sabía en ese momento, pero cada vez que mordía un ChocoRamo, estaba mordiendo patria. Además, su precio era módico, asequible a mi bolsillo infantil, financiado a punta de las devueltas de........
© La Crónica del Quindío
