Conversar es más que intercambiar palabras: es construir sentido, tender puentes, revelar tensiones. En la vida cotidiana, y especialmente en la política, el arte de la conversación puede ser un medidor de la salud democrática de una sociedad.

No se trata solo de hablar, sino de saber escuchar, negociar y, cuando es necesario, disentir con respeto. En este escenario, los refranes populares han sido históricamente herramientas potentes para encuadrar realidades complejas con palabras sencillas.

“En boca cerrada no entran moscas”, dice uno de los refranes más usados en contextos donde la prudencia se impone sobre la impulsividad. En política, este dicho funciona como un recordatorio de los riesgos de la palabra desmedida. Sin embargo, también puede esconder una trampa… si se convierte en........

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