LA RECTORA
Un episodio fugaz de la vida personal ya extraviado en el tiempo.
Probablemente no sea del todo fidedigno, pero así la recuerdo. Todos elaboramos narrativas convenientes de nuestras vidas, hechas, seguro, para el olvido. Todos tenemos nuestras propias historias patrias.
En mis épocas de alcalde de Calarcá, muchas personas desfilaron por mi despacho y seguramente también yo desfilé por el de ellos. Cada uno, un universo distinto con diferentes lecturas del mundo y visiones particulares.
Desde el principio de ese período empecé, sin proponérmelo, a tejer una relación muy especial con una funcionaria del sector educativo, relación oficial propia de nuestras funciones. Una señora muy cordial, muy diligente, que conocí en las ceremonias de grado de algunos colegios que........
© La Crónica del Quindío
