Potenciar el transporte aéreo en un país como Bolivia, que es mediterráneo, debería ser una prioridad como política de Estado, que permita desarrollar un enfoque integral y estratégico para mejorar la conectividad, la competitividad y la calidad del servicio. Contrariamente, se han trabado las posibilidades de ampliación del transporte aéreo protegiendo la ineficiencia de líneas estatales, y perjudicando emprendimientos nacionales privados y el despliegue de las aerolíneas internacionales. En el siglo pasado operaban en Bolivia línea aéreas de Europa, de Estados Unidos y de varios países de Latinoamérica. La mayoría se han ido por las condiciones desventajosas, la inseguridad jurídica, la precariedad de los aeropuertos y también por cuestiones de mercado. Pero nunca nuestro país estuvo tan aislado como ahora, y a merced de una línea aérea como BoA que carece de las más elementales condiciones para ser considerada una aerolínea bandera.

El desarrollo de la aeronáutica debe estar entre las preeminencias nacionales, debido a que la mediterraneidad ha sido siempre una traba para desarrollar las potencialidades del país, a lo que se suma la ineficiencia en el aprovechamiento de alternativas........

© Jornada