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¿Es posible? ¿O procesos de integración regional?

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01.06.2025

I

Partamos del siguiente planteo: por supuesto que es posible el socialismo. En otros términos: es imprescindible construir una alternativa post capitalista. El actual sistema, que prácticamente se extiende por todo el mundo, salvo algunos puntos que intentan otro modelo, ya ha dado sobradas muestras de lo que es: inconmensurables beneficios para una pequeñísima élite (menos del 1% de la población mundial), acceso medianamente digno a los satisfactores básicos para una pequeña porción de la humanidad (15%) y penurias indecibles para las grandes mayorías (el resto, que es nada menos que el 85% de quienes hollamos este planeta). El modelo capitalista, aunque quiera, no puede resolver los grandes problemas que aquejan a la población global, pues no es que no lo desee, sino que, sencillamente, no está en condiciones de hacerlo. El motor que lo alienta es la tasa de ganancia y la interminable acumulación; es por eso, por ese ADN constitutivo, que no puede repartir la incalculable riqueza que produce. Prefiere botar comida antes que perder ganancias (mientras arrecia el hambre); opta por destruir la naturaleza para seguir obligando a consumir y sacrifica mano de obra humana reemplazándola por robots e inteligencia artificial para no perder, aunque luego no haya a quien venderle lo producido. ¡Una total locura!

Dicho de otro modo: este sistema nos está condenando a la barbarie: destruye nuestra casa común, el planeta Tierra, en búsqueda insaciable de más ganancia, y deja la guerra como un expediente siempre posible cuando se traba. ¡Vaya salida: la guerra! Eliminar gente y destruir parte de la obra humana para luego reconstruir y seguir acumulando. Es patético. Pero eso es el capitalismo. Es por ello que hay que terminarlo de una buena vez.

El socialismo, como propuesta que va más allá del lucro empresarial privado intentando comenzar a construir un nuevo sujeto más solidario y menos individualista (intento que, de momento, está aún muy en sus albores) ha dado grandes pasos. En la primera mitad del pasado siglo logró constituirse como poder estatal en varios países, habiendo logrado importantísimos avances en todos los campos: social-humano, científico-técnico, artístico, poder popular, ético. El capitalismo no se lo perdonó, y atacó furioso para evitarlo. Pese a ello (25 millones de muertos en el ataque nazi a la Unión Soviética, 400,000 toneladas de napalm y 72 millones de litros de agente naranja sobre Vietnam, 62 años de implacable bloqueo contra Cuba, creación de Al Qaeda para frenar la revolución afgana) las experiencias socialistas avanzaron. Pero en ese mar de capitalismo agresivo, se le hizo muy, terriblemente muy cuesta arriba continuar su camino. De ahí que asistimos a procesos que pueden dejar consternados: cae el Muro de Berlín, China adopta mecanismos de mercado, y otros países socialistas más periféricos quedan desamparados. ¿Fracasó el socialismo?

II

De ningún modo fracasó, porque logró lo que el capitalismo no puede: alimentar, educar y promover salud para toda su población, junto al despegue de las ciencias y de las artes, con acceso para todas y todos a la cultura, con una alta educación superior gratuita (para graficarlo: Cuba, pese al inmisericorde bloqueo, fue la única nación del Sur global que logró una vacuna efectiva contra el Covid-19 durante la pandemia, vendida al mundo a precios solidarios). Se podrá decir, como crítica envenenada desde los países de libre mercado, que en el “mundo libre” no hay que hacer cola para conseguir la ración diaria de comida como pasa en el socialismo. Es probable. ¡Pero en los sitios donde la clase trabajadora tomó el poder, toda la población se alimenta bien! Toda. Eso no pasa en ningún país capitalista, donde junto a la obesidad de algunos se da la desnutrición de muchos, incluida también su principal superpotencia, Estados Unidos, en el que 34 millones de personas (en cuenta 9 millones de niños) viven en hogares con inseguridad alimentaria mientras se desperdician 60 millones de toneladas de comida al año (40% del suministro alimentario nacional). ¿Dónde está el fracaso: en que en los países socialistas no existen shopping centers lujosos abarrotados de ropa de marca, relojes Rolex y bolsas Louis Vuitton, en que no circulan Ferraris y Lamborghinis por la calle, en que no existen paraísos fiscales? Si ese es el criterio para hablar de fracaso… ¡doblemente patético!

La economía planificada del socialismo, sin la más mínima duda, trajo grandes avances a la población de las 15 naciones que formaron la Unión Soviética. Lo que queda claro es que el proyecto socialista que impulsó el Partido Comunista no pudo desembarazarse de la lógica capitalista, mercantil e individualista. Eso abre el interrogante de si es posible construir el socialismo, tránsito hacia la sociedad comunista, en un solo país, en una isla en el medio del mar capitalista (que es siempre un mar altamente embravecido, con peligrosas olas que ahogan). El cubano Yassel Padrón se lo cuestiona: “El principal error que se cometió en el socialismo real fue competir con la producción capitalista en su propio terreno”. La consideración es muy válida, y plantea la pregunta: ¿qué se esperaba de una sociedad regida por la clase trabajadora, donde desaparecen los propietarios individuales de los medios de producción: que se entrara inmediatamente en un paraíso terrenal? La experiencia mostró –y habrá que seguir profundizando sobre eso– que siguieron existiendo grupos privilegiados (la Nomenklatura, para el caso, fenómeno que, con sus características particulares, se repitió en todas las experiencias socialistas).

La edificación de una nueva ética socialista es vital. Si ese punto anotado por Padrón podía tener sentido un siglo atrás, hoy día, con una sociedad totalmente globalizada donde todo el mundo está relacionado y en dependencia de todo el mundo, en la actualidad lo tiene mucho más. El ataque impiadoso del capitalismo y la necesidad de sobrevivir llevaron a la Unión Soviética a seguir caminos que no pudieron alejarse de la cultura capitalista. Los oropeles del consumismo siempre siguieron ahí, como tentación latente. ¿Por qué, si no, aparecería una economía subterránea, en negro y muy corrupta, y nuevos oligarcas, los cuales años atrás hablaban un lenguaje marxista (seguramente, sin estar muy convencidos)? El capitalismo de Estado que pudo implementarse no pudo seguir el ritmo de la acumulación capitalista de las potencias occidentales, fundamentalmente de Estados Unidos. La introducción de un socialismo de mercado durante la perestroika de Gorbachov ‒reedición de la Nueva Política Económica –NEP– de la era leninista‒, para impulsar una modernización y un salto cualitativo, terminó llevando el experimento lisa y llanamente hacia el capitalismo.

La experiencia china tomó nota de ello y no se repitieron similares errores, por eso siguió otro curso. ¿La milenaria sabiduría y paciencia china hicieron la diferencia? Es muy probable. De todos modos, ello no quita que en la República Popular China, que avanza con su peculiar “socialismo de mercado”, también haya clases sociales al día de hoy. Hay millonarios (“Dejar que algunos se enriquezcan primero”, dijo Deng Xiaoping, mal traducido, o tergiversado, por “Ser rico es glorioso”), y también hay masas asalariadas que no tienen acceso a esos lujos capitalistas (es el segundo país del mundo en automóviles Rolls Royce per capita, luego de Estados Unidos). Esto nos lleva a la pregunta: ¿Es realmente posible construir el socialismo en un solo país en la actualidad, con un mundo tan globalizado e interdependiente donde la cultura capitalista está hondamente arraigada? Las experiencias socialistas habidas nos confrontan obligadamente con este tipo de problemas.

III

Quizá, con las enormes dificultades prácticas del caso, podría ser factible tomar el poder a nivel nacional, desplazar al gobierno de turno en forma revolucionaria y establecerse como nuevo grupo gobernante con un planteo de izquierda –tal como ha pasado varias veces en la historia: Rusia, China, Cuba, etc.–, pero eso no significa necesariamente una radical........

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